Alea iacta est

Alea iacta est

sábado, 19 de julio de 2014

2014

A principio de año escribí una lista de propósitos, específicamente, 13. Algunos ya los he cumplido, otros intentaré cumplirlos en los próximos 5 meses y otros a lo largo de mi vida. Pero al final, la hoja estará tachada entera, porque de eso de trata la vida. De cumplir propósitos. 
Tengo 15 años, muchos errores y ningún arrepentimiento. Estoy de orgullosa de eso porque la he cagado mucho, con muchas cosas y con muchas personas pero con el tiempo todo acaba por pasar, y te termina llevando a lugares que nunca habrías imaginado y al final das gracias a esas equivocaciones, porque lo son todo. Son lecciones y son conductoras de tu vida y ojalá el destino final sea un sitio muy bonito. También lo son las personas que conocemos, las que nos cambian y las que sabemos que no podríamos dejar de quererlas ni en mil años. Estuve enamorada de alguien, y ahora lo estoy de otro, pero ese alguien era tan necesario para mí... Y ahora es un gran amigo y un gran pilar. Aunque duela, no debemos olvidar a quiénes quisimos. La felicidad es la pregunta y la amistad es la respuesta. Joder. Yo baso mi vida en el amor, porque son 437 días queriéndole y espero que sean muchos más, pero a pesar de eso, las dos veces que sé que puedo afirmar que fui (y soy) feliz es gracias a la amistad. Y sé que eso a lo que llamo felicidad no será permanente, porque ya me hundí antes y tocar fondo es una gran mierda, pero hacerlo por segunda vez después de haber volado es mortal, es una depresión en bucle... Pero espero no olvidar que existe la luz, que la he visto, que la he tocado y que siempre podré volver a alcanzarla, que el tiempo pone a cada quien en su lugar. 
Ojalá sepa convertir lo malo en bueno, y ver siempre el lado positivo. Ojalá siempre me rodeen risas y ojalá crezca hasta convertirme en algo admirable, para los otros y, sobre todo, para mí. Ojalá no olvide que todo son privilegios y que, dentro de muchas cosas, soy afortunada.



1 comentario:

  1. Lo único que no debes olvidar es que la palabra "ojalá" puede hacer que un deseo se convierta en realidad, sólo si de verdad luchas por ello. Los príncipes tenían que matar dragones para conseguir a sus princesas, ¿no? Ya sabes, preciosa, estoy convencido completamente de que por muy mal que amanezcas un día, cada una de esas caídas te ayudarán a levantarte al día siguiente, y al final serás feliz. En serio, serás feliz, ya, ahora mismo, porque tú decides cuándo serlo. Y si no te sientes feliz, espérame que voy y te doy el abrazo más fuerte que te hayan dado jamás. Sonríe, ¿sí? ¡Te quiero! <3

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